A manera de un vasto fresco fidedigno, se recapitula en esta película un importante capítulo de la historia mexicana, que arranca en 1810, con una reunión los conspiradores Hidalgo, Allende, Aldama, Lazo y la Corregidora, Doña Josefa Ortíz de Domínguez, quienes deciden que lo mejor para el país, es la insurrección armada y que el mejor estandarte y representante de este movimiento es la Guadalupana. El Cura Hidalgo repasa ante Allende los antecedentes históricos de México a manera de recapitulación fidedigna, sin olvidar la fábula de cuando la Virgen del Tepeyac se le aparece a Juan Diego con las rosas del milagro. Acto seguido, se inicia la gesta independentista con la Virgen como estandarte.
Fidencio Barrenillo parte hacia Arizona en busca de una vieja mina de plata que perteneció a su bisabuelo. Pero nada más cruzar la frontera es capturado por los apaches con la intención de sacrificarlo. Afortunadamente para él, el jefe de la tribu sufre un terrible dolor de muelas y ordena suspender la ejecución hasta nueva orden. Fidencio ve entonces una clara oportunidad para librarse de la muerte, y cura al jefe indio, convirtiéndose de inmediato en el hijo adoptado de la tribu. Más tarde, viajará hasta el poblado de Hot Dog Springs y se topará con más problemas. Allí le espera el malvado bandolero Pat O´Connor y su banda de pistoleros, que le darán mucho más problemas que los indios.
En un mismo día, son dejados en la puerta de un asilo de monjas, con cartas, los bebés Carmelo y Adriana Águila, hijos de rica familia y Polito Sol, hijo de pobres. Pasados doce años los niños huyen del lugar y crecen juntos hasta convertirse en un trío inseparable, ganándose la vida en la calle […]